La Falcata y el ritual guerrero Ilustración por "Devotio Ibérica" |
La Falcata ha devenido para nuestra actualidad en una “seña de identidad” siendo incluso reconocida fuera de nuestras fronteras y forjándose así una leyenda. Su llamativa forma nos expresa que en manos expertas su corte propinaría unas heridas terribles, algo que ya nos es certificado por la historia escrita.
Cuando admiramos detenidamente la espada, podemos vislumbrar mentalmente esas antiguas “cofradías guerreras” rindiendo culto a deidades y héroes divinizados, que son hoy innominados y olvidados, rituales en los cuales los guerreros consagrarían sus vidas y su muerte para la batalla, buscando la “muerte triunfal” (bella muerte), y siendo la Falcata el punto de unión entre el guerrero, la deidad y el héroe divinizado.
Recordemos que cuando el guerrero que empuñaba la Falcata moría, la espada le acompañaba en su destino, en la inhumación el arma era ritualmente sacrificada, inutilizándola, pues cada Falcata era única, personalizada y adaptada a su legítimo dueño.
Hoy esta arma se alza como un símbolo presente, inspirador y revilitizador que nos trasmite fuerza, valor, lucha, heroicidad, furor, resistencia y libertad. Es el recuerdo de un pueblo guerrero arquetípico, ejemplarizante e indómito, el ibero, nuestros antepasados...
Recordemos que cuando el guerrero que empuñaba la Falcata moría, la espada le acompañaba en su destino, en la inhumación el arma era ritualmente sacrificada, inutilizándola, pues cada Falcata era única, personalizada y adaptada a su legítimo dueño.
Hoy esta arma se alza como un símbolo presente, inspirador y revilitizador que nos trasmite fuerza, valor, lucha, heroicidad, furor, resistencia y libertad. Es el recuerdo de un pueblo guerrero arquetípico, ejemplarizante e indómito, el ibero, nuestros antepasados...
Además, esta arma no ha caído en lo anacrónico, podemos volver de nuevo a forjarla, siendo así una herramienta de gran utilidad, con la suerte de poder actualizarla con nuevos materiales para adaptarla a nuestros tiempos.
Forjemos pues una "nueva Falcata" para nuestro espíritu y nuestras manos.
(Artículo publicado originalmente en nuestro Instagram @devotio_iberica)
(Artículo publicado originalmente en nuestro Instagram @devotio_iberica)
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