El pasado viernes 18 de octubre de 2019, pasamos el día por la cara noreste de la Sierra de Mariola, Alicante. Las primeras brisas frescas del otoño nos recibieron apenas bajar del coche ya a unos 600m de altura. Varias horas de paseo entre los bosques más cerrados de nuestra querida sierra nos brindaron gran cantidad de vistas, tranquilidad y olores, además de un tentempié silvestre en forma de madroños. El silencio y las frías aguas de las muchas fuentes que bañan este lado de la sierra fueron una catarsis, y la mejor forma de dar la bienvenida al otoño, que por estas tierras siempre se hace de rogar. Cabe destacar la presencia ya no solo de las numerosas fuentes y manatiales de montaña, sino también la cantidad de yacimientos históricos que han aparecido por esta zona, incluyendo el cercano poblado ibero de L'Alberri, sobre el cual ya haremos una futura entrada en el blog.
En la planta baja, dedicada a la etnología, encontramos la exposición permanente sobre el vino y el aceite en la región. Subiendo a la planta superior, el museo arqueológico ofrece una concentrada pero completísima visión de nuestra zona desde el Paleolítico hasta finales de la Edad Media. La parte dedicada al Paleolítico y Neolítico, de tamaño algo mayor, son indispensables por la cantidad de objetos que se pueden ver, como esta aguja tallada en hueso con el relieve de un ciervo.
Algo que me llamó particularmente la atención fue la zona dedicada a la época musulmana, pues se hacía bastante hincapié que, pese a la conquista y sumisión bereber, la población autóctona se aferró y mantuvo vivas y presentes muchas facetas de su propia cultura, desde las técnicas cerámicas hasta símbolos de épocas más anteriores, como esta esvástica pintada en la parte trasera de una teja, datada del sXI.
Para todos aquellos que visiten esta zona, el museo es imperdible y merece la pena acercarse. La parte de la sierra cercana al pueblo es de las más tranquilas y menos “abarrotadas”, incluso en fin de semana, lo cual es de agradecer. Se ruega a los visitantes que por favor sean respetuosos con el medio y, sobre todo, que, si van a recolectar frutos salvajes u otro tipo de plantas, lo hagan fuera de las zonas de reserva protegida y cojan únicamente el poco que necesiten en el momento. Bastante ha sufrido ya esta nuestra sierra y poco a poco empiezan a dar sus frutos las labores de reforestación y conservación desarrolladas a lo largo de la última década, así que colaboremos todos a mantener la esencia y belleza de este lugar.
Sed respetuosos con los lugares
sagrados, construcciones megalíticas, poblados y el medio ambiente.
no escarbéis el suelo buscando restos de objetos (exvotos o
cerámicas etc ) y en caso de encontrar algo poneros en contacto con
el ayuntamiento, museo o arqueólogos de la zona.
No os subáis
encima de los dólmenes
No encendáis velas ni hagáis hogueras.
Defendamos nuestro patrimonio.
