sábado, 20 de noviembre de 2021

[Nuestras tradiciones] “El Tió ”

Ejemplo de un "Tió" actual "humanizado con rostro y "barretina"

Orígenes

En Cataluña y Aragón se celebra una tradición conocida como “el Tió” en donde un “tronco mágico” es el “protagonista”. El origen de la festividad es precristiano y rural. Antiguamente, “el Tió” era un tronco tal cual, ahora es común representarlo más “humanizado” pintándole un rostro y se le suele incluir una “barretina” ( una gorra tradicional catalana).
En otros tiempos este “personaje” solo regalaba dulces como galletas y “turrones”, ahora regala todo tipo de cosas, pero por lo normal son “regalos pequeños” (juguetes). Parece ser que los días de esta celebración han ido variando un poco, sin embargo más o menos siempre se da “búsqueda al Tió” en fechas cercanas al solsticio de invierno.

Esta tradición podría formar parte de otras festividades primigenias Europeas en el cual el tronco es el “protagonista” como sería el “árbol de Yule” o el “tronco de Yule”. Podemos por ello suponer que en antaño variantes del “Tió” se extendiera por toda la geografía Ibérica.

La Celebración

Esta “celebración” descrita de forma resumida consiste en; ir al bosque en búsqueda del “Tió” ( un tronco será quien “encarnará” ese personaje), una vez encontrado lo llevaremos a nuestro hogar y se le cubrirá con una manta , deberemos “alimentarlo” por la noche ( con cáscaras de frutos secos o de frutas como naranjas y mandarinas), y llegado el momento se le hará “cagar” (Entregará regalos a los niños desde debajo de su manta), para ello se necesitará golpearlo con una vara mientras se canta una canción.

Elección ideal para la tradición familiar

El “Tió” es una tradición la cual requiere de pocos recursos para celebrarse, ideal para estructurar una sana “espiritualidad de hogar y familiar” , y además es una experiencia muy favorable para nuestros hijos. Mantendrán un vínculo con la naturaleza cuando vayan en búsqueda del “Tió”, y se les otorga la responsabilidad de alimentarlo y cuidarlo. Luego ellos son los protagonistas del “ritual” en el cual deben cantar mientras le golpean. Es decir, es una tradición didáctica y positiva.
Tenemos además, la grata experiencia de comprobar como los niños se encariñan con el personaje, y a lo largo del año se acuerdan de “él”. Eso es algo muy positivo, ya que nos manifiesta que están “interiorizando” la tradición, lo están asimilando como algo propio a lo cual cogen estima y le tienen un valor en alza, justamente lo que hay que trasmitir a las siguientes generaciones.

Recomendamos no comprar el “Tió” para que esta tradición no pierda parte de su "esencia” , en algún momento se puede ir a buscar un tronco en un bosque cercano, es habitual encontrar tozos de madera de árboles caídos o cortados para leña. Este tronco os durará muchísimo tiempo si lo queréis preservar para otros años, llegada la fecha solo tendréis de ir a esconderlo para que vuestros hijos lo encuentren después o bien hacer como antaño de quemarlo una vez cumplida su función y cada año ir a buscar uno nuevo.

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